Cuidados para la salud mental

La OMS define a la salud mental como “un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

Sabemos que la vida en sociedad puede, muchas veces, irrumpir en nuestra salud mental, generándonos desequilibrios emocionales, presiones, inquietudes.

El trabajo, los roles dentro de la familia, los vínculos y el propio desarrollo humano influyen de manera constante en nuestra psiquis. Por eso, es importante reconocer la importancia de la salud mental en nuestra vida, para luego poder tomar conciencia de la influencia que podemos tener en nuestro propio bienestar.

  • Aprendé a manejar tus emociones. Para hacerlo, tenes que poder reconocer tus emociones negativas (enojo, ira, autocrítica, tristeza), de dónde vienen, en qué situaciones surgen, para evitarlas o para no dejarlas dominar tu mente por completo.
  • Respirá a conciencia. Tomate 5 minutos al día para concentrarte en tu respiración, inspirando por la nariz hasta llenar los pulmones y dejando salir el aire por la boca, a un ritmo pausado. También podés hacerlo en situaciones de estrés o de emociones intensas.
  • Aunque seas una persona social y te encante interactuar, evita rodearte de personas negativas, de tener relaciones tóxicas y permanecer en entornos opresivos.
  • Reconocé cuando estés teniendo pensamientos “malos”. Muchas veces la mente crea escenarios catastróficos que solo generan ansiedad y malestar. Las preocupaciones generadas por supuestos, solo existen en tu mente.
  • Organizate con una agenda/calendario. Hacemos muchas cosas en el día como para intentar recordarlas todas y a su vez, llegar a todas a tiempo. Si organizás tu tiempo, podés evitar momentos de estrés y ansiedad.
  • Construí relaciones sanas, con tu pareja, con tus hijos, con tus amigos. La empatía y el reconocimiento del bienestar del otro, nos ayuda a vincularnos desde un lugar más humano y cercano.
  • Dale lugar a la comunicación: El manejo de una comunicación fluida, clara y tranquila con nuestros familiares permiten que tengamos relaciones más armónicas, evitando de esta manera los conflictos y agresiones para ser seres humanos más solidarios y empáticos.
  • Tratá de hacer actividad física: Cuando estamos en movimiento nuestro cerebro genera sustancias positivas para nuestra salud mental y a su vez, depura al cuerpo de las tensiones generadas por la ansiedad de la rutina. Andá en bicicleta, salí a correr, bailá solo en tu casa, podés elegir lo que más te guste hacer.

Si bien podemos tener mucho control sobre nuestro bienestar teniendo hábitos saludables para nuestra mente, el acompañamiento de un psicólogo en algún momento de tu vida, colabora de manera rotunda en tu percepción de vos mismo y del mundo que te rodea.